El mayor de los palos.
Y de repente vino. Una ostia, una ostia terrible. Un trompazo de cara ante algo que siempre había estado ahí, a tu lado, en tu presencia, pero que no eras suficientente hábil de ver. Quizá es que no estabas preparado, no disponías de suficiente madurez para afrontar algo así. Aunque realmente nunca se dispone de tal preparación. Es imposible. 'Bienvenido a la vida adulta', dicen. 'Todos estos años has vivido en una nube pero ésta es la realidad.' Y te niegas a creerlo en principio, aún sabiendo que es verdad porque lo tienes ante tus ojos. Simplemente es algo dificil de creer. De asimilar. Porque te afecta, te afecta hasta tal punto que no sabes cuál de todas las posibles será tu reacción ni cuál será la peor. En realidad no te importa. Sólo buscas apartarte del mundo, vivir evadido de la realidad mientras el mundo se derrumba, salvaguardando la conciencia tranquila ya que nada puede afectarte. Alcanzarte. Influenciarte. Es tu mundo, un mundo en el que solamente decides