I'M VEGAN
Hoy he llegado a algún límite, creo. No me puedo creer que se me esté juzgando de manera tan cruda por tener compasión. Por tratar a otros que se asemejan a mi más de lo que se nos ha enseñado como iguales. Es que no llego a comprender qué mal hago a nadie por no comer animales. Ni cómo es posible que lo radical sea no hacerlo, no comer animales, en lugar de lo contrario. Sobre todo cuando la ciencia y la evolución han demostrado que es totalmente innecesario. La compasión, esa cualidad de la que tanto presumimos como humana, es burlada hasta la saciedad por el miedo a enfrentarnos a una realidad que en el fondo sabemos que existe. Cada vez que hablo del sufrimiento animal, o comento la realidad sobre la industria alimentaria, recibo muchos comentarios del tipo "ay no, no me lo cuentes, no quiero saberlo"; mientras disfrutan del saturado sabor del bacon, o del queso. Y con esto no quiero culpar a nadie. Todos hemos crecido en entornos en los que la proteína venía del