Diario de sueños, 18/1/2015

"Me encuentro en una pista de esquí con mis padres y mi hermana, donde los cuatro juntos intentamos bajar una pista negra que prácticamente es vertical. Yo intento dar indicaciones a mi madre para que sepa por donde acceder, y llegados a un punto comenzamos a bajar.

Después nos encontramos en una ciudad que parece egipcia o al menos antigua, y también los cuatro disponemos de un tiempo determinado para hacer nuestras compras. Yo voy siempre por los mismos caminos y no acabo de encontrar las cosas que busco, pero se hace la hora y tengo que regresar al punto de encuentro. Allí están mis padres y mi hermana hablando con mi tío Rufi, que vivía por allí cerca y ha podido acercarse.

Después estoy como en una excursión en la que el hijo del "guía", que es un hombre malvado, es mi trágico amante, por decirlo de algún modo. Tenemos que subir a un autobús y su odio nos hace ir hasta el fondo del autobús, marginados de los demás, pero no podemos ir juntos. Prepara como una especie de juego en la que no podemos participar, y nos rebelamos de tal modo que sabemos que cuando bajemos del autobús, tendremos que huir dondequiera que estemos. Cuando el autobús para, bajo corriendo a la par que otras dos niñas, más pequeñas que yo, y buscamos un lugar donde refugiarnos. Atravesamos una especie de ciénaga nadando sobre el barro con las manos, llegando a la otra orilla y accediendo a un conjunto de casas ruinosas por donde poder escondernos. Sabemos que este hombre malvado nos esta persiguiendo y alcanzado, y dedidomos rectificar nuestra ruta, atravesando otra vez la ciénaga de barro. Aparecen al otro lado de la ciénaga, así que indico a las otras dos chicas que se peguen al barro y se oculten. Aparecen por el otro lado de la orilla, el señor malvado y el resto de chicos de la excursión, que también ayudan a capturarnos. No sé nada de mi "trágico amante". Cuando es evidente que nos han visto, salto a una furgoneta que atravesaba la ciénaga, abro la puerta lateral e indico a las chicas que suban detrás de mí. Pero la puerta del otro lado estaba abierta también y nos han visto. Cuando se nos agota el tiempo para huir, accedemos a una parte de la ciudad donde hay gente civilizada, me siento al lado de una mujer mayor y le explico que un hombre quiere matarme, y que me proteja bajo sus brazos. Cuando llega el hombre malvado, mi protectora le espanta y no me vuelve a molestar. Esta mujer mayor me acoge como si fuera su nieta (como en la película de Anastasia) y me lleva a sus bailes nobles para conocer a algún joven. Identifico a mi " trágico amante" entre ellos y empezamos, baile tras baile, a cortejarnos. Tras reflexionar, aparece el rostro de ese trágico amante."

Es la segunda vez que tengo este sueño, quitando la primera parte.