My black family

Necesito dedicarles una entrada, qué menos. Habéis hecho que uno de los años más miserables de mi existencia se haya alegrado por unas semanas. Los Ernest, Canton Ave el número vete a saber, Boston. Massachussets. Qué lejos me pilláis, cabrones.

Quería agradeceros, aunque está claro que no vais a leer esto, pero quería deciros que me habéis convertido en una capulla mucho más alegre, a tomarme la vida un poco menos enserio. Es increíble como personas tan diferentes pueden atraerse tanto. Yo, que habría planeado absolutamente TODO para viajar a NY, y tú, Manny Ernest de repente un día me dices venga, NOS VAMOS A NY! Eso en mí era algo inconcebible. Me tenías un poco loca, cabrón. Y tus clases de conducir a las 12 de la noche, o los concursos de escopeta a las 2 de la mañana en el jardín. O ese pedazo de helado que nunca olvidaré.
Tus jodidas lecciones de la vida, la paciencia con tu mujer, la paciencia de tu mujer contigo JAJAJAJA.

Puto Ben, enano deja de comer que te vas a poner como una vaca, aunque es difícil porque NO PARAS, JODER. Te echo de menos, y a pesar de que estuvieras todo el jodido día pegado a la XBox eras con el que más relacion tenía. Puto crío, con 12 años recién cumplidos bebiendo en mi habitación (SHHHH, ESO NO SE LO DIGÁIS A NADIE. Qué coño, si lo estoy poniendo en internet).

Chris, qué grande, aunque eso de meterte en mi cama cuando estaba dormida no es que me hiciera mucha gracia, demasiada confianza para el primer día no crees? Jajaja pero te perdono chico, eso y tus grititos orgásmicos sin ton ni son a la hora de comer.

Justin, campeón, tú si que deberías dejar de comer JAJAJA no enserio, eres muy grande, en todos los sentidos, el puto máximo tío.

Karine, chiquilla eres mi puta madre negra, vale? Tantas cosas que pudimos llegar a hablar, me pareces una persona increíble, sigue dejándote la piel por tu familia porque ellos lo valen. Y te lo demostrarán.

Gen, mi puta Gen. Mi hermana, mi alma gemela. Si yo hubiera nacido negra habría sido tú (?). Enserio, era increíble el cómo ciertos momentos no hacían palabras, ni idiomas para entendernos. Era increíble. Espero que de verdad algún día puedas venir a verme a España. 

Yo os prometo que volveré. No sé cuando, ni cómo, pero por mis santos ovarios españoles que voy a volver. Porque os lo debo. Porque os lo prometí. Porque os quiero, y porque lo valéis cojones.

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