Diario de sueños 6/11/2014

"Me encuentro en el tren, con varias personas de la residencia, entre ellas mi amiga Miriam. Carmen, la cocinera de la residencia, aparece como revisor de billetes, y yo me alarmo porque mi billete no es válido y me van a pillar. Le digo que vaya mirando los de los demás mientras busco el mío, y mientras así lo hace le pido el suyo a Miriam. Carmen vuelve reclamando mi billete con el revisor tras ella, le dejo el de Miriam y con su tono de medio en broma-medio en serio, me dice pero chica si este ya está sellado! Con lo que no me queda otro remedio que contarle que el mío no tiene el recorrido completo. Tras una pequeña regañina decide hacer la vista gorda y salimos todos en mogollón del tren. Pasamos un laberinto de escaleras mecánicas, arriba y abajo, sin saber bien dónde vamos."

"Estoy con los Canales, los Sánchez, etc. en un hotel o paraje (parecía un centro comercial) en el que tenemos que buscar un sitio en el que comer, y probamos primero en un local y por alguna razón no pudimos comer allí, y cambiamos a otro en el que sí pudimos sentarnos en unas mesas alargadas y que te separaban del comensal de enfrente por un escalón más alto."

"Me encuentro en una estancia un tanto extraña, parece una casa de playa y a la vez un refugio de nieve. Estoy con mis padres y mi hermana aunque también hay más gente. Mi hermana y yo nos zambullimos en el agua con ánimo de nadar un rato  y a la par nuestro padre nos habla, señalando que debería construirse un muro justo por la zona que nadábamos para poder cerrar o utilizar esa pequeña bahía. Yo sumergí parcialmente la cabeza, topándome con una barrera de arena que realmente estaba presente donde mi padre decía. 

Cuando salíamos del agua volvíamos a tener la ropa de nieve y yo entraba en una habitación para escoger el conjunto adecuado. Sorprendentemente y a diferencia de otros sueños, mis conjuntos eran los adecuados, me satisfacían y no me costaban un quebradero de cabeza.Volví a sumergirme con mi hermana y esta vez una ola nos arrastró considerablemente hacia el interior. Consciente de la preocupación de mi madre y por mi temor propio, trato a toda velocidad de acercarme a la orilla para recuperar la estabilidad. De nuevo, al salir del agua me encuentro con mi ropa de nieve."